Rotencial entrevista a Narciso Echaca Posa, bubi de Basakato de la Sagrada Familia y Moka. Actualmente vive en el barrio San Valentín y es emprendedor, poeta y actor autodidacta.
Narciso descubre lo que le apasiona y a lo que se quiere dedicar como artista desde que tiene 4 años: Se identifica con el teatro. Le resta importancia en aquel momento, hasta que cumple los 11 años y se pone a trabajar con un director importante.
“Un día en clase preguntaron: “¿Quiénes quieren hacer teatro?”, y mis compañeros dijeron: “Echuaca””.
Desde entonces, Narciso se metió en el mundo del teatro, donde entonces comienza a tomar forma. A nivel social y familiar, los primeros pasos de Narciso en el mundo del arte y el espectáculo, que formaba parte de la realidad de un sueño que suponía inalcanzable, fueron a través de los pequeños grupos de teatro infantil a los que se sumaría más tarde; pero, hasta que se unió al entonces grupo de teatro Sansales, Echuaca siguió degustando y aprendiendo en el proceso, ya que todos los grupos e iniciativas se unieron y formaron el gran grupo de profesionales que es Bocamandja.
Por parte de la familia, para él independizarse conformó uno de los primeros pasos al despegue y consecución de uno de sus muchos sueños que ya anhelaba. Es cierto que no estaban de acuerdo y eso provocaba falta de comprensión en su entorno.
“Hasta que no hagas algo importante, nunca valorarán tu potencial y, sin el coraje necesario desde el principio, la familia no te apoya .”
Como director de teatro, los actores a los que Echuaca dirige, en su mayoría jóvenes, siempre han presentado los mismos problemas de exclusión y rechazo por parte de sus familias, y él siempre ha visto la manera alternativa proponiendo solucionarlo mediante escritos formales o reuniones con los padres y tutores. Además de la formación en el mundo de las artes escénicas, Echuaca forma a los jóvenes para que sean líderes culturales.
“La gente nunca va a ver lo que ves, sino que tratará de inculcarte lo que piensan ellos que vas a hacer tú, cuando ves lo que quieres ser, y crees en lo que tú puedes ofrecer y puedes brillar con eso. Simplemente es creer y nadar en ese río de creencias y conseguir tu objetivo.”
Hace más de 18 años que Echuaca se metió en el mundo del teatro y la cultura, no como aficionado, sino como elemento indispensable para su vida, nos cuenta.
Los retos más importantes que ha tenido Echuaca, tras su independencia a los 14 años, de los cuales, años posteriores mueren sus padres y sufre un bajón descontrolable que bloquea todas su energías y ganas de luchar por sus sueños.
Nuestro entrevistado se considera afortunado, porque cada paso que ha dado a lo largo de su vida, ha permitido abrir nuevas puertas. El constante aprendizaje y crecimiento ha servido de sostén para mostrar al mundo su mejor versión.
Autor: Aquiles Mensah, Guinea Ecuatorial