Rootencial nos presenta a Alejandra Evui Salmerón Ntutumu, ingeniera de telecomunicaciones de profesión, nacida en España de madre guineoecuatoriana (de Niefang) y padre español (de Murcia), quién también se autodefine como ingeniera multidisciplinar o ingeniera social debido a su pasión por los proyectos sociales, solidarios y que empoderan a la comunidad.
” Creo que mi raza e identidad multicultural me han marcado para bien porque el proyecto Poto Oto ha nacido de esa herencia cultural, multiculturalidad e identidad racial. La gente a través de su curiosidad ha descubierto que hay un país en África que tiene herencia
Española. “
Creo que mi raza e identidad multicultural me han marcado para bien porque el proyecto
Poto Oto ha nacido de esa herencia cultural, multiculturalidad e identidad racial. La gente a
través de su curiosidad ha descubierto que hay un país en África que tiene herencia
Española.
Alejandra confiesa ser una gran soñadora. Al margen de su pasión por la ingeniería y su sueño por convertirse en ingeniera, confiesa tener muchas otras pasiones y sueños. Potopoto forma parte de uno de estos sueños, procedente de su infancia y fundado en su pasión por la escritura, la literatura y producto de experiencias relacionadas con la carencia de representación y diversidad en ilustraciones de cuentos infantiles en España.
Resaltando el contexto en el que nació y creció en Murcia, Alejandra nos explica como en los años 80, la carencia de referentes en su entorno contribuyó a definir su pasión por escribir historias adaptadas, basadas en cuentos africanos que su madre le narraba con personajes característicos de las fabulas de la etnia Fang como “La Tortuga Etugu” el “El Leopardo Nse” y que la vinculaban a sus raíces africanas.
Hace poco más de un año, Alejandra decide sacar estas historias adaptadas a la luz. Hoy, Potopoto recoge cuentos de su infancia, adaptados y con imágenes diseñadas por la gran ilustradora Lydia Mba, quién junto a Alejandra e unidas por un mismo objetivo “que todos los niños y niñas se pudieran sentir representados en la literatura infantil”, unieron fuerzas para combatir la carencia de representación en libros infantiles que las dos habían vivido en su época, y que hoy en día, comparte, continúan de existir.
Nunca hay que dejar de soñar y de poner en práctica los sueños que uno tiene, porque eso es lo que nos hace sentir que estamos vivos
Alejandra resalta la importancia de la cultura, recalcando que todos somos de alguna forma multiculturales y que por este motivo la cultura representa la base y el patrimonio común de toda la humanidad. Las fábulas, como una herramienta cultural más, presentan una gran oportunidad de usar parte de nuestra herencia cultural y poner valor a la multiculturalidad, conectando, creando curiosidad entre culturas y proporcionando una sutil oportunidad de aprendizaje y un instrumento de visibilización para comunidades sub-representadas.
Potopoto representa un proyecto innovador, creativo y de empoderamiento. Sin embargo, no ajeno a los retos, Alejandra comparte como la falta de recursos y financiación fueron uno de los obstáculos mayores que tuvo que superar desarrollando el proyecto. A pesar de ello, nuestra entrevistada, quien cree firmemente que siguiendo sueños con ilusión, esperanza y siempre en la continua búsqueda de oportunidades, todo se puede llevar a cabo, no se detuvo. Y, gracias a la micro-financiación y el apoyo de muchos, el proyecto Potopoto ha podido finalmente constituirse como una editorial de literatura infantil con ascendencia africana. Hoy, orgullosa de este trabajo, Alejandra confiesa su gran satisfacción al recibir testimonios de padres agradecidos por la contribución que estos libros infantiles aportan a la diversidad.
“La cultura es la base de toda la humanidad y es el patrimonio común de la humanidad.”
“Aliméntate de tu ilusión” – Nuestra sonriente entrevistada nos transmite mediante este nítido mensaje la determinación y esperanza para animarnos a creer que la ilusión puede llevar a crear cosas que pensábamos imposibles. Reflexionando sobre esto, Alejandra nos advierte que en ocasiones por pensar que nuestros sueños e ilusiones no van a dar frutos, no dedicamos el tiempo y esfuerzo para hacer que estos sueños se hagan realidad. Por eso, recalcando la importancia de rodearse de gente que transmita energía positiva, se despide con el siguiente mensaje: “Los pies hay que tenerlos en la tierra, pero también de vez en cuando hay que permitirse volar”.