Los africanos y las comunidades de la diáspora africana a menudo están mal representados y subrepresentados en puestos de liderazgo social, cultural y económico. Esto fomenta los estereotipos sobre estas comunidades. También limita las ambiciones de las comunidades africanas y de la diáspora, haciéndoles sentir que ciertas oportunidades están fuera de su alcance. Debido a la falta de visibilidad positiva de estos grupos, los esfuerzos para potenciar y utilizar todo el potencial de estas comunidades con demasiada frecuencia se quedan cortos.